Cuánto
lejano
distante
cuánto,
sin
un traductor simultáneo.
Sólo
dos cosas de verdad admiro,
‘mea
culpa’ sin ir al lavabo:
El
valor y la inteligencia.
Mal
asunto para buscar en el rastro.
¡Ya
de eso no queda!
Combinaciones
imposibles
en
un mundo lleno de negaciones
y
de condicionales.
Si…
Pero…
Ya…
Pero…
Quizá
ahora entienda alguien porque no
me
gustan los puntos suspensivos.
Sí. Soy un yo, ¡no voy a ser un tú!
Hasta
ahí alcanzo,
y
es de valientes hablar de uno
cuando
no lo es hablar de otros
y
así no tener la necesidad de despojarse.
¿Qué escribir es reposar lo vivido?
Eso
si tienes la digestión lenta.
¿Qué
todo lo vivido no es necesario?
Eso
si la intensidad así no lo ha requerido.
Todos
somos maestros de lo nuestro
porque
es nuestro propio equipaje,
y
nuestra óptica es nuestro ojo
allí
donde nos acompañe.
Y
me gustáis, ¡por Dios que me gustáis!
porque vuestra manera
es
distinta, en medida y hechura,
y
las cosas desemejantes son siempre
puntos
de partida por explorar.
Nená de la Torriente