lunes, 4 de febrero de 2013


Cuánto lejano 
distante cuánto, 
sin un traductor simultáneo. 
Sólo dos cosas de verdad admiro, 
‘mea culpa’ sin ir al lavabo: 
El valor y la inteligencia. 
Mal asunto para buscar en el rastro. 
¡Ya de eso no queda! 



Combinaciones imposibles 
en un mundo lleno de negaciones 
y de condicionales. 
Si… Pero… 
Ya… Pero… 
Quizá ahora entienda alguien porque no 
me gustan los puntos suspensivos. 
Sí.  Soy un yo,  ¡no voy a ser un tú! 
Hasta ahí alcanzo, 
y es de valientes hablar de uno 
cuando no lo es hablar de otros 
y así no tener la necesidad de despojarse. 
¿Qué escribir es reposar lo vivido? 
Eso si tienes la digestión lenta. 
¿Qué todo lo vivido no es necesario? 
Eso si la intensidad así no lo ha requerido. 
Todos somos maestros de lo nuestro 
porque es nuestro propio equipaje, 
y nuestra óptica es nuestro ojo 
allí donde nos acompañe. 
Y me gustáis, ¡por Dios que me gustáis!
porque vuestra manera 
es distinta,  en medida y hechura, 
y las cosas desemejantes son siempre 
puntos de partida por explorar. 



Nená de la Torriente