Tienes
razón, siempre la tienes.
Me
gusta el lugar que ocupas,
el
lugar que ocupo, el instinto
que
conserva las palabras.
El
aire que quiera arremolinar las hojas
es
sólo aire, y me da lo mismo,
pero
me importas y me importo,
por
ser no siendo de ninguna manera
y
de ésta, tan efímera y extraña.
La
vida tiene cuatro capítulos
-cuando
es generosa-,
me
hubiera gustado estar en alguno
contigo, como cactus o marco
de
ventana, timbre de tu puerta,
o
taza de café una mañana de invierno.
Sonrío, porque en el fondo
de
algún modo sí estoy
y
he estado a pesar de que no lo creas
o
no lo quieras,
y
aunque el destino no exista.
Es
curioso.
Nená de la Torriente