¿Qué
extraña cosa tengo contigo?
Leo
un poema tuyo y me atrapas
como
un arañón de esos
con
quelícero largo de tu tierra.
Pero
luego te escucho cosas
y
te veo como un feriante, un producto
de
otro producto que nació de quién sabe
donde, al que le han puesta capas
como
a un primer ministro,
disparando
salvas,
sí, como a la reina de Inglaterra.
Tanto
desvanecido por tu causa
me
descoloca,
porque
me suena a juego de malabares,
y
en teoría eso no debería ir contigo,
tu
letra es mágica, con ella basta.
Así
que te empujo como artículo inválido
pero
te leo porque el verso sí es bueno.
Aunque
alguien que de entrada
por
decreto caprichoso, rechaza
una
fuente de escritura,
tiene
que ser algo badulaque.
¿Qué
extraña cosa me pasa contigo?
Es
un te quiero y no te quiero
casi
romántico.
-Bueno
quizá en eso me excedo-
Nená de la Torriente