Hoy
no estoy confusa.
Las
lindes están para no cruzarse,
eso
dicen en el norte, aunque apetezca
saltarlas, y mirar qué frutos guarda el
sembrado del vecino, qué pastos,
cómo
cuida el ganado.
Es
el respeto,
ese
levantamiento de sombrero,
tú
de txapela –si es que te brota,
que
lo dudo, bueno sé que ni de broma-
y
cada uno a sus momentos.
A
punto estuve de ir a mirar tus ojos
pero
por qué venderse a la curiosidad,
no
siendo curiosa,
o
quizá en el fondo era por otra cosa,
pero
eso ya es otra historia.
Me
he concedido en este lapso, y
me
reprendo, lo juro.
Ni
una tontería más, ‘precipitosa’
ni
‘juicipitosa’,
que
el adulto -la, la de la letra comic-
se
vaya por ejemplo de 'no compras'.
Nená de la Torriente