Cuánta
verdad guarda el dolor
y
cuánta mentira.
Todos
somos víctimas de nuestra
propia
trampa,
vamos
pisando paja seca
para
no rozar el río,
¡no
hundas el pie
o
sentirás el frío!
Tontos.
Incautos
del camino vemos la ribera
segura
de todo peligro,
y
el agua no siempre es la amenaza,
ni
tampoco el frío.
Nená
de la Torriente