lunes, 15 de octubre de 2012

-Sentir-




Debería decirte que un labio sobre otro 
a la velocidad exacta 
produce una descarga suficiente 
para morir un segundo, 
y que una mirada sostenida 
labio cerca de labio resucita tan rápido, 
que ansía otro encuentro 
con una inquietud inusitada. 

Debería decirte que al sentir el recorrido 
del fuego,  puedes llegar a notar 
que vas a desmayarte, 
pero sujétate fuerte y reposa el beso, 
no pienses,  sonríe,  y siente sobre tu pecho 
el pecho de quien te ha besado. 
Su corazón,  tu corazón,  jugarán a echar carreras 
y  tal vez se te escape la risa. 
Él tendrá más prisa que tú,  retenle. 

Tómate todo el tiempo que necesites, 
pero cuando vuelvas a mirarle a los ojos 
siéntele entero y bésale 
como si fuera la primera vez 
y no existiera nada, 
a tu tiempo,  con tu celeridad. 



Nená de la Torriente