domingo, 7 de octubre de 2012

- DE DOMINGO-


A saltos cortos la niña juega
a la teja. 
Pata coja,  uno, dos y tres, 
a la cuarta coge la teja, 
salta con los dos pies, 
y  gira. 




El niño con el puño combando 
su mejilla,  se aburre en domingo. 


Su madre le ha perfumado y 
se siente ridículo. 
A la niña le gustaría perfumarse 
pero pedirle al niño de su colonia 
no podría. 

¡Es colonia de niño!

Al niño le gustaría jugar, 
pero jugar a la teja no podría. 

¡Es un juego de niñas!

Tantas indicaciones equivocadas 
¿para luego esperar seres adultos 
con ideas propias? 
Todo es importante, 
hasta la más pequeña referencia. 
El amor  ¡Oh sí,  dije el amor! 
te lleva a lo natural,  a lo sensato, 
quizá sea esa nuestra carencia: 
La falta de querencia por el otro,
la falta de querencia por nosotros mismos. 

Somos unos sabios 
conscientes o inconscientemente 
ignorantes. 



Nená de la Torriente