viernes, 12 de octubre de 2012


Inevitable. 
Como el recorrido de una ola 
arrastrando conchas pequeñas. 
como una corriente que empuja 
una hoja seca, 
como cerrar los ojos, 
ante un golpe de arena. 
No es que el destino escriba los sucesos 
es que hay sucesos que se escriben 
solos,  se empujan,  se atropellan, 
y en un segundo suceden 
de una manera inevitable. 
No sirve poner alambradas, 
ni diques,  ni ver como se alborota 
el viento,  ni saber que el mar tiene olas, 
ni que las hojas secas pesan poco. 
Las sumas se suceden 
y ya está,  se acaba el misterio, 
y yo os quiero y es inevitable. 

-Aunque en realidad el amor 
sí sea un misterio- 

                                                                     -A los míos-

Nená de la Torriente