martes, 30 de octubre de 2012

-Me permito-




Me aburro de mí, 
me aburro muchísimo 
como posiblemente te aburra a ti. 
Si al menos pudiera dejar de pensar un rato. 
Así que hoy decido convertirme en una mujer 
superficial,  absolutamente superficial. 
Voy a embadurnarme de cremas, 
faciales y corporales de todo tipo. 
Me haré las uñas,  me arreglaré el pelo, 
la mente en blanco,  la expresión vacua, 
la postura laxa,  dejaré caer mis manos 
tras las muñecas,  ligeramente abatido el labio. 
Voy a entornar los ojos, 
pondré cierto exceso de rimel,
un poco de maquillaje. 
Por la tarde un masaje de pies en un chino 
que no me sablee el bolsillo
-claro que quizá luego no pueda volver a casa- 
Y cuando termine el día 
seguiré en punto muerto, insustancial y vano.
Me haré una limpieza de cutis, 
cerraré los ojos,  me diré 
‘nena eres un bombonazo’ 
y me iré a dormir. 



Nená de la Torriente