¿Quién
andará en mis piernas,
quién
por mi cadera haciendo giros
con
los dedos, quién por mi vientre
y
entre el lunar que abre la puerta
de
mi jardín de abedules?
¿Quién
besará la poza sin agua
de
mi ombligo, para llegar
a
mis montes y a sus cúspides
sin
nevar, de roca dura?
¿Quién
besará el vértice de mi cuello
y
soplará mis labios para timbrarlos
y
que se abran como fruta nueva?
Dime
quién.
¿Quién
querrá peinarme el pelo
entre
sus dedos, mientras me besa
la
cuenca de los ojos, dime quién?
¿Quién
hará que olvide mi nombre
y
olvide el año, la estancia, la hora
y
el sueño, dime quién?
¿Quién
cerrará un día de cualquier mes,
de
cualquier año, a cualquier hora,
por
cualquier motivo, sin cualquier motivo,
dime
quién?
Nená de la
Torriente