Qué
sería del mundo si no estuvieras tú,
sí
tú, con tus cosas.
No
necesito saber quién eres,
ni
dónde naciste,
si
eres mujer o varón,
alto
o bajo,
querido
ser humano desconocido.
Qué
sería del mundo sin ti.
Habrá
días que creas que a nadie le interesas,
que
nadie te ve,
que
nadie te echará de menos,
pero a esos días échales fuera, son bromas,
trampas
que nos gasta el temperamento
en
ese zigzagueo de las horas.
Eres
una parte importante del alma de todo,
como
cada una de las cosas que está aquí,
allí, dentro de esta extraña maleta
de
objetos recuperados,
perdidos
nunca,
es que nos vamos reencontrando despacio.
Nená de la
Torriente