No
me importa que no existan los puentes
ni
siquiera que asfalten o midan los topógrafos
para hacer las carreteras, sus planos, sus
ensanches.
No
me importan los locales que hacinan los ojos,
que
unen las bocas, que sacian las soledades,
ni
me importan los espacios de norte a sur,
de
este a oeste.
Donde
tú quieras que esté yo estaré contigo,
porque
contigo soy yo y tú eres tú conmigo,
y
tres reales y la perra gorda, la peseta, el euro
y
lo que venga después nos traerá al pairo.
Porque
no se trata de piel sino de algo inexplicable
y
sencillo,
como
todas las cosas buenas de este mundo.
Nená de la
Torriente