miércoles, 17 de octubre de 2012

-Para L. M. R.-


Somos tercos,  nos creemos nacidos 
para vivir en jardines 
y no indiferentes en lagos de hielo. 

-Soy la flor ¿Cómo no me reconocen 
como esa flor que soy y exudo este aroma? 

Buscar un reconocimiento son ganas 
de no hallarlo nunca, 
y respingar la nariz, 
como un ratolí buscando su trozo de queso. 
¿Quién quieres que te vea flor,  dime? 
Yo te veo jardín desde la madrugada 
y en sueños,  y hasta cuando hablo de noche 
sé que hablo de ti. 
Ya sé que no te basta, 
pero entrar en el círculo de las vanidades 
es pillarte los dedos con una puerta, 
al final dejarás de escribir. 
Serás uno más de los semovientes con 
movimientos similares. 
Apártate mi niña,  esos lugares tienen sus reglas, 
trivializar el estado puro, 
 rechazar a los que no son iguales,  amasar pan 
con harina de tiberio. 

Tú  si que eres poderosamente libre. 



Nená de la Torriente