lunes, 18 de marzo de 2013


Lléname de fantasía. 
Ahora que soy mayor 
y sé lo que sí y lo que no 
se alcanza 
 -aunque no hay certeza exacta-, 
podré vivir todos los días un  
cinco de enero 
con la ilusión de una niña. 
Ya sé que no lo entiendes, 
hasta te parecerá cruel, 
pero es complicado andar 
descalzo en una mente 
que no es la tuya. 
Las palabras tienen un peso 
y las ganas otro diferente, 
luego está el incómodo tiempo 
que maquina ausente de fonemas 
y de avidez. 
La vida a cada momento, 
y me equivoco, 
pues pierdo millones de instantes. 
Ser feliz no es una cuestión de suerte, 
es una obligación. 



Nená de la Torriente