viernes, 29 de marzo de 2013



A cucharones me voy tomando 
tus lentejas, 
a cucharones el dulce de nubarrones 
que va pasando,  y ese amante gualdo 
que cruza el viento para acariciarme el pelo. 






A cucharones me voy tomando  
tus ganas locas,  
a cucharones el agua fresca de los ríos, 
hasta ese olor a menta,  que viste las bandejas 
como si fueran lechos. 
A cucharones me voy tomando tus venajes, 
a cucharones todos los besos y medio besos
esparcidos, 
y esa mitad del labio que suspira,  esquinando
la palabra que aún no se ha dicho. 




Nená de la Torriente