sábado, 9 de marzo de 2013


Anoche mi lámpara de estrella 
parpadeó tres veces. 
Pensé si los pulsos eléctricos 
tendrían su propio lenguaje. 
Todo es energía,  a distintos niveles, 
desconocemos el lenguaje de 
muchas cosas. 
Dudé si empezaba a perder el juicio, 
y de nuevo mi lámpara parpadeó. 
Reí,  reí con ganas, 
parecía haberme contestado 
con un rotundo 
‘sí,  estás loca’. 



Nená de la Torriente