Sé
de un poeta que nada sé
pero
conoce la fantasía.
Cada
verso es un horizonte sin horizontes,
es
una ventana sin ventana,
aire
que entra, el oxígeno más puro
-y
de eso si sé-
que
un pulmón necesita.
Sé
que sin querer es,
siendo
INSUPERABLE.
Alguna
vez se entretiene a jugar
jugando
a cualquier cosa, menos a ser
lo
que los demás esperan que sea.
Y
sé que siempre está, siempre,
apoyando
desde la sinceridad que
la
nobleza no le obliga,
porque
le sobra y porque le da la gana.
Y
en cada poema es capaz de sorprender,
porque
pellizca eso que nadie sabe donde habita,
y
de ser algo lo que es, es un auténtico poeta.
Aunque
para mí sea algo mucho más entrañable,
siempre
sin la otorgada licencia claro.
Nená de la Torriente