Cuando
me van los planos
a
ti te va la verticalidad, y
mira
que siempre me he
considerado
oblicua.
Ahora
con los años a pesar
de
esa mínima tendencia
del
astigmatismo, suelo tirar
a
la llanura, no por el dolor en las articulaciones,
sino porque me aburren
los
acertijos y jamás me agradaron
las
sorpresas.
Quizá
porque mi mente está demasiado
desordenada
dentro de un orden,
o
porque he conocido a demasiados
idiotas,
ya
sabes de esos de la –b con la –a,
-ba.
Ahora
me sobran kilos de tolerancia
pero
no de ceguera,
que
lo cortés, no exime la condición
de con quien eres considerado.
Tú
lo llamas hipocresía y en eso te equivocas.
No
les revoco el título ni les denomino
en
alto, no soy su juez público.
Les
acepto con sus bellezas y sus horrores
del mismo modo que me tolero a mí.
Nená
de la Torriente