-El
del Kimono ha comido-
La
vida puede ser tantas cosas
que
uno se aferra a la obediencia
de
los sentidos.
¿Acaso
crees que los hombres
de
Ulises
se
convirtieron en cerdos?
La
forma de mirar el mundo,
no
de enfocar el ojo, es esa que
te
traslada donde tú quieras.
Las
vivencias se convierten en lo
que
tú hagas con ellas, y es
tremendamente
variable.
¿Quién
lleva el coche?
Tú,
pues
no dejes que te lleve él a ti.
Conduce
eso que ves hacia laberintos
inventados, haz de la vida tu cubil,
tu
juego,
tu
ilusión diaria,
tu
barco de papel,
tu
sonrisa pese a todo,
con
todo,
ayúdate,
ayúdanos
a ser parte de tu sueño.
Nená de la Torriente