domingo, 31 de marzo de 2013

-Al bello sonido de las campanas-


Cuando escribo 
soy la persona menos sola del planeta, 
como esas campanas de domingo, 
nada ajenas al olor del espliego y al oído 
del que finge estar dormido. 





Cuando escribo 
vivo en el corazón de muchos otros, 
y mi sangre es la misma que su sangre; 
y soy pescador y frutera,  panadero, 
sacerdote y médico con maletín lleno 
de tiritas. 
Cuando escribo comparte mi voz el 
sonido de todas las lenguas,  y el yo es un tú, 
y el tú es un aquellos,  y acercar todo esto 
es menos misión que sueño y 
me hace dichosa andar entre los ojos abiertos 
de otras estepas. 
Cuando escribo mi mano es la mano 
de cientos de manos,  con sus cientos de dígitos 
y Dios anda detrás de todas ellas. 
Cuando escribo 
no soy la sombra de un cuerpo,  soy el cuerpo 
de todas las sombras 
que quiere sobrevolar lo que aún ninguna conoce, 
y tañer,  como esa campana,  lo que todos padecemos. 
'Vendrán tiempos mejores' 
-Eso están diciendo ahora,  este domingo 31- 



Nená de la Torriente