miércoles, 27 de marzo de 2013


¿Cuántas veces puede 
uno morirse en un día? 
¿Cuántas veces se nace?  
Se nace con cada cosa hermosa
que miras, 
se nace con un beso en la mejilla, 
se nace con una nube con puntas doradas 
que oculta a un sol dormilón y tímido. 


Se nace con ese plato que hace siglos 
que no comías y que te ha sabido 
a gloria. 
Se nace con el sabor embocado que deja 
un rico tinto. 
Se nace con una bocanada de aire limpio 
con los ojos bien abiertos. 
Se nace con un estupendo abrazo bien sujeto. 

Se muere con la indiferencia al sufrimiento 
de los otros, 
se muere por la impotencia de que no sirva 
tu muerte para nada. 
Se muere por la incomprensión de tanta mala fe 
entre nosotros y otro poco más,  por la falta de amor 
en cada esquina. 
Se muere un trocito por cada golpe que ves y 
no supiste parar,  por cada vacío que se abre y no 
has visto vaciarse. 
Se muere por la distancia que vas tomando contigo
y por esa burla del querido y viejo conocido, 
que no ha sabio entenderte nunca. 
Y te mueres una y dos y muchas veces más 
en un mismo día 
por todo el amor que no has sabido entregar 
y se ha quedado perdido entre palabras. 




Nená de la Torriente