Como
un triquitraque,
brota
este golpeteo
de
palabras en mi mano
para
escribirte,
sin
ninguna cordura
queriendo
arrojarse
como
si fueran dados.
Las
retengo y me las trago.
Despacio, las digo, despacio
¿Dónde
vais tan locas?
Me
han contado
que
quieren decirte
lo
que opinan de ti,
pero
ya las he convencido
de que
eso a ti no te importa.
Es como todo en la vida:
No
es tanto ni más importante
el
gusto de invitar,
como
el de ser invitado.
Nená de la Torriente