No sé como es Eva,
pero sé que es distinta.
Es brillo constante de largas pestañas
largas, y alma de gorrión errante,
con un ala presa en avellano
de rama flexible.
Si fuera papel nunca el canto,
sí la arruga en su complejo pliegue,
que tan rápido se allana, como dibuja
montes o cuencas de torrentes.
Dulce, pero no débil, fuerte
pero no salvaje,
distinta a todos los diferentes.
Sutil con la pluma, melodiosa,
arpada, contundente.
No sé cómo es Eva,
pero sé que es distinta.
Porque sin saber ya llego a su mano
y la estrecho, y acaricio su mejilla;
ella me devuelve una sonrisa
con un verso delicado e impecable
de ser humano habitado
que siempre cobija.
Nená de la Torriente
es algo tan hermoso que me tengo que inventar ya una palabra para describirlo.
ResponderEliminarNená, gracias infinitas, yo te siento cerca también, aunque nos separe una isla entera.
Un beso con todo el cariño y la admiración que te tengo.
como no quererte...
Precioso Neni, un beso para tí y otro para Eva.
ResponderEliminarAbrazos y besos, de esos con morrucos de haber comido tarta, para los dos.
ResponderEliminarOs quiere siempre,
Nená