¿Desvalida?
¿El
agua es indefensa en el arroyo?
¿Es
la nieve sobre la piedra una herida?
No, amigo mío,
que
no hay mayor fortaleza
que
gritarse bajo
y
aceptar errores y castigos;
que
si atesoro verdades en papeles
y
bálsamos para un alma inquieta,
he
de tener dureza para mirar
con
los ojos de mundo,
y
enredar sus colores a mis colores.
La
nube que llora gotas no se deseca,
que
vuelve a la tierra en busca de lluvia
con
quien bailar cometas,
y
se precipita pitusa y anciana
con
la misma fe.
Y
en ese vaivén de despertares
va
su talismán de fiereza,
mudable
y distinto,
como
nube,
como
gota,
como
sembrado baldío.
Nená
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