martes, 15 de mayo de 2012


-LA PAZ- 


Sí quedan palomas, 
pero sólo las hueles, 
no creo que la paz esté tan cerca. 







Tenemos que escoger otro símbolo, 
o nadar,  que volar no se nos da  tan bien 
como creemos. 
Somos alicortos,  vestidos con trajes 
en ciudades atrapadas 
por la contaminación lumínica. 
Si la paz fuera de poco a poco 
en sumas sencillas, 
como Penélope tejiendo su telar 
-pero sin deshacer nada 
al empujar la luna-, 
y cada suma,  sumase otra y 
así desde la misma cúspide, 
quizá. 
Pero eso es soñar,  no nadar, 
ni volar, 
que ser somos de tierra, 
y el hombre pez una leyenda 
del norte. 
Sí,  podemos ser Coroccotas, 
infatigables luchadores, 
y acabar nuestros días 
con un gran ‘yo hice’
-siempre loable- 
También podemos mejorar 
en toda medida,
porque eso dejas al de al lado, 
y al que viene en camino, 
y más si te han conocido muchos. 
Ni mezquino, 
ni envanecido por cinco piropos, 
ni juez,  ni desmesurado, 
ni excesivamente humilde, 
ni sabio de aula magna. 
Y claro: 
Ni soberbio,  ni pedante,  ni belicoso. 


-Demasiado complicado ¿verdad?- 




Nená de la Torriente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame