jueves, 17 de mayo de 2012

-Sin sentencia-


Nadie sabe que hay 
detrás de cada pared. 
Ni penas,  ni espinas, 
ni pasión ni magnitud de dolor, 
si eso pudiera medirse. 
Hay escalas,  patrones, 
proporciones,  dimensiones y 
reglas para demasiadas cosas. 
A veces se nos llena la boca 
con un ¿y tú? inapropiado, 
porque somos verdaderos 
enigmas. 
Respira, 
no como yo respiro, 
como tú quieras, 
pero no esperes que todos 
respiremos del mismo modo. 
Porque para entenderme a mí 
tendrías que entenderte 
tú primero, 
y para comprenderte a ti, 
tendría que conocerme muy bien 
yo primero, 
así que estamos condenados 
a respirar a solas 
sin exigencias ni veredictos. 







Nená de la Torriente

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