-La
verdad del funcionario-
Cuando
todo va bien,
y
alguna vez el país
ha
bailado en un
cierto
bienestar,
al
funcionario le suben
o
le congelan el IPC.
Jamás
de los jamases y amén,
le
dan una paga de beneficios,
como
otros, con sus jets,
con
pequeñas bonificaciones
o
lindas cestas, extras golosas
y
gratas para las familias.
¡Oh, odioso funcionario,
tiene
trabajo fijo, mírale,
no
hace ni el peine! YA.
Cuando
todo va mal,
porque
todo tiende a ir mal
en
manos codiciosas o inexpertas
-hoy
estoy generosa-,
es
el funcionario, el odioso
funcionario,
el
que paga los platos rotos.
Le
suben las horas y
le
recortan el sueldo.
Echan interinos, contratados,
Echan interinos, contratados,
empeoran sus condiciones
laborales, se les exprime
como
un limón,
se
le exige mayor productividad
-total son funcionarios,
la
coima del reino-.
Nadie
va a quejarse,
no
es una medida mal vista.
Más
tarde meterán tijera a otros
que
tampoco sean simpáticos,
injusta
o justamente, y ellos
mantendrán
sus carteras.
Nená
olé! abrazo
ResponderEliminarQuia!
ResponderEliminarOtro para ti.
Nená