Una
vez más esperamos
un
milagro,
y
creemos ver algo
debajo
del guijarro
sorprendido
por el agua.
Y
está allí, en el reflejo del sol
y
el vínculo secreto
de
la pupila,
indescifrable
aún
para
nuestra mente.
No es el conjunto explicable
ni
concebible para todos,
ni podemos hacer sumas
con ilegibles formas,
pero
negarlo ¿nos corresponde?
El
valiente permite
que
parejas imposibles bailen,
porque
no se erige en juez ni en árbitro,
y
su inteligencia
es
tan considerable como su arrojo.
Nená
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