miércoles, 9 de mayo de 2012


Una vez más esperamos 
un milagro, 
y creemos ver algo 
debajo del guijarro 
sorprendido por el agua. 
Y está allí,  en el reflejo del sol 
y el vínculo secreto 
de la pupila, 
indescifrable aún 
para nuestra mente. 





No es el conjunto explicable 
ni concebible para todos,
ni podemos hacer sumas
con ilegibles formas, 
pero negarlo ¿nos corresponde? 
El valiente permite 
que parejas imposibles bailen, 
porque no se erige en juez ni en árbitro, 
y su inteligencia 
es tan considerable como su arrojo. 



Nená

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