“Si dicen, que dizan”
-Don Antonio-
No
te daría mal nunca
y
siento que en mi torpeza
haya
atravesado
una
puerta equivocada,
ya
sabes como somos las chicas,
mitad
pez –que no sirena-,
mitad
minotauro, por la fuerza
de
nuestro empeño.
Siempre
descompensamos el paso,
no
hicimos la mili
y
el ‘hiero-herei/hiero-herei’
no
está entre nuestras disciplinas,
nosotras
andamos haciendo
sinuosas
curvas y nos creemos
chicos
con vuestras propias zapatillas.
Encaramadas
a un manzano
nos
tomamos el tiempo justo
para
coger las más rojas,
las
que no tienen gusano,
y
saltamos de un brinco
a
toda prisa;
pero
yo siempre fui de las
que
se quedaba
a
pintar el árbol,
por
ser más hermoso que la fruta.
Nená de la Torriente
En La Hiruela, puebluco de la zona de la sierra del Rincón, en Madrid, había nataño 14 variedades de manzanas. El manazas de nuestro presente ha dejado que todo se pierda y se asilvestre.
ResponderEliminarA mí no me importa ir a por las manzanas tocadas, las que sé que ya, de amarillas, están dulces.
Soy adicto a la reineta, que no a las reinas.
Není, ar!!!!
Besucos.
¡Jos! Es que una reineta dulce es riquísima, hay días que sólo como manzanas, yo también las tengo vicio. Las starking son muy sosonas, aunque vistosas. Y sobre las reinas, yo es que con reinas no trato, no te sé decir.
ResponderEliminarBesucos trasto,
Není