domingo, 27 de mayo de 2012


-MI NORTE-

Vuelvo al recorrido de siempre, 
a andar descalza por las crestas 
de mi mala memoria. 
Ya veo los eucaliptales, 
y las colas de caballos erguidas 
invitándome a que las recolecte 
para hacer un té imbebible. 
Los campos de menta, 
que orgullosos ciegan el olor    
de las demás plantas, 
incluidas las casi  inexistentes 
boñigas de vaca. 



Los pequeños bancos de piedra 
invadidos por el musgo, 
el sonido de trenes lejanos, 
quizá pasando por Ceceñas, 
y tal vez el canto de algún ave 
para mí irreconocible. 
¿Qué pensaba entonces? 
¿Qué pienso ahora? 
¿Sigo siendo la misma? 
Todos se empeñan en decirme que sí, 
pero nuca he sabido más de mí 
que todo aquello que he ido recogiendo. 




Nená de la Torriente



2 comentarios:

  1. Qué cara más bonica, Caperuzuca del Bosque.

    No te lo he dicho, pero los con los advenedizos eucaliptos no puedo.
    Últimamente estoy tomando cola de caballo y me gusta mucho su olor.

    Un besuco, Není, no dejes de recoger (recoger suena más rotundo que recolectar, que suena más fino, más técnico).

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  2. ¿Y te la tomas en infusión? o ¿ya la compras seca o en comprimidos?. Yo la "recogía" -¡sus órdenes! Jaja- fresca y la hervía para después colarla. Horrible, en serio, pero me hacía bien.
    Besucos,

    Není

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