Vuelvo al pórtico de siempre 

y la madreselva está en flor, 

ese olor a tiempo estancado 

donde no ha pasado nada 

y ha pasado tanto, 

hace que sienta una cierta melancolía. 

Apunto: Tachar de mí 

ejercicios de melancolía, 

son absolutamente innecesarios. 

Tengo que derribar 

mucha imperfección deprisa, 

porque no tengo tanto tiempo 

como una niña con trenzas. 

Quiero andar sabiendo que lo he  intentado, 

que no me he conformado 

con lo que veo en el espejo, 

ni lo he aceptado 

utilizando cualquier artículo 

de soy como soy, 

o cualquier aberración por el estilo. 

No puedo dejar de moverme. 

Tengo que mejorar, 

para que todo a mi alrededor mejore. 

Nená