lunes, 16 de abril de 2012


Hay personas 
que con su pequeña parcela de poder 
son capaces de ejercer un mal 
calculable. 
Así profesores, políticos, ex amigos, 
ex amantes,  rencorosos, envidiosos, 
mal avenidos,  egoístas,  e incluso jefezuelos 
de quinta fila con frente estrecha. 
Ese poder les gusta. 
Reaviva su sangre como una inyección 
de proteína en vena. 
¡OH,  cuándo se han visto en otra! 
Pequeños necios como enanitos sin 
su Blancanieves, 
¿quién les va a endulzar el corazón? 
Seamos ‘comprensivos’, 
podemos alargar el pié y pisarlos sin compasión, 
pero recordemos la cara de placer 
cada vez que se insuflan esa inyección 
de proteínas. 
No 
tienen 
nada 
más. 







Nená

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