Destrona
y ensortija mi cabello
tanto
haz de luz
que
no se prometía al alba.
Yo
le dejo y giro la cabeza
para
que juegue,
y
le cedo el cuello
para
que me bese
el
tiempo que dure la maravilla.
Miro
a través de la ventana
y
vuelvo a ver las casas de ladrillo,
y
a mí misma subiendo al cole,
y
lo breve que es la vida,
y
lo larga que a veces se nos hace.
Nená
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame