viernes, 27 de abril de 2012



Abre las ventanas, 
rompe los marcos, 
así no podrán volver 
a cerrarse,  y mira. 
Mira como entra el frío 
a bocanadas blancas, 
pidiendo asilo en el espacio 
que deja el contorno de tu silueta. 




Tú eres esa naturaleza, 
pero eres llama en tu intimidad farragosa, 
y hay batallas internas 
que van echando carbón a tu caldera. 
Tantos años pidiendo 
‘¡enfríame,  no me dejes que arda, 
duele,  duele tanto!’, 
que al final eres la ceniza cálida 
y el gélido viento te lleva. 
Al fin y al cabo, 
sois la misma naturaleza. 





Nená

2 comentarios:

  1. Aún sin romper los marcos, siempre fue para mí una premisa la de tener la ventana abierta, de par en par. Que entre luz y vida.

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  2. Es una buena actitud, no cerrarse a lo que siempre está por llegar. Porque todo está llegando cada segundo de nuestra vida, hasta en la noche, cuando tropezamos con la mesilla antes de darle al interruptor. Lo bueno, es que la vida se nos cuela de mil maneras y hay que estar atenta a todos sus caminos.

    Nená

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