Creemos saber demasiado 

hasta que una simple voz 

nos enseña lo poco que 

entendemos. 

Una mini parcela dominamos, 

y ese es el error 

de la didáctica: 

-Amurallarla, 

-Hablar de dominio. 

Todo para sentir algo de 

satisfacción y logro, 

una torpeza. 

Se comienza a trepar, 

sabiendo que nada es tuyo, 

y que nunca acabará la escalada. 

Nunca sabemos demasiado, 

vas conociendo 

y surgirán más preguntas,  

no para aquél que no sabe nada, 

como un árbol de ramas ascendentes  

y brazos que se multiplican. 

Intrincado es el conocimiento, 

tanto,  que una vez que empiezas 

eres tú el dominado,  el subyugado 

por saber más,  y seguir despejando 

ramas hasta ver claros,  que alcanzarán 

nuevas quimas. 

Nená