La verdad no puede dividirse,
ni doblarse como un pañuelo,
con la infelicidad ocurre lo mismo:
Unos años, unas décadas,
quizá negándose mucho,
cediendo al abandono,
mintiéndose.
Te conviertes
en un ser dentro de otro,
un revocado dentro de un amable.
La eterna lágrima que sonríe.
Una estupidez sin sentido
o la conciencia de una estupidez permanente.
No causar dolor.
No causar dolor.
¿Pero acaso eres tan buen actor/actriz
que nadie se percata del tuyo?
Claro que si.
Nadie va a salvarte,
nadie va a ampararte,
sólo tú puedes hacerlo.
Nená
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