Luna
nueva, esperanza,
dejo
de mirar hacia arriba,
mucho
tejado ocupado con fantasmas.
Este
no es mi sitio,
ni
aquel, ni ese,
dejo
de buscar.
Mi
sitio está donde yo vaya.
No
hay negocio mejor avenido,
ni
barrumbadas,
ni
delicados y cuestionables
sentimientos,
jamás
reposarían en mis telas.
Sencillez, frescura, inocencia,
la
palabra a la boca,
la
delicadeza desde el amor,
y
las formas desde la delicadeza,
no
hay nada más, el resto sobra.
Nená
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