Así, cuando el cachorro ladea
la
cabeza, y la oreja resbala
cuidadosa,
como
una pintura perfecta.
Así, como la poinsetia
busca
las noches
para
hallar el brote,
y
atraer el color para las fiestas.
Así, como mi mano ondula la sombra
y
engendra gigantes y princesas.
Así
la belleza de tus ojos verdes,
a
veces grises, de pescadito sobre aguas
en
un río con tormentas.
Hay
embrujos, que en su deleite
te
arrestan el alma,
y
descubres que tenías una
que
se hizo tan grande,
que
si no ven tus ojitos verdes
se
le abre un boquete inmenso.
Nená
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