miércoles, 11 de abril de 2012



No tengas cansancio, 
yo estoy aquí y puedo dejar 
de estarlo, 
soy como una mancha en la blusa, 
que cae 
y puede limpiarse. 
Podía ser o no ser,  y fui, 
si hubiese tenido que ser porque sí, 
sería un ser imprescindible. 
¿Me entiendes ahora Esther? 
Tú ahora crees que Miguel 
es un ser necesario 
que nació para ti. 
Pero lo cierto es que no es así. 
¿Qué me dirías si te contara 
que en ese autobús que acaba 
de pasar, 
iba sentado un muchacho 
que se casará contigo? 
Le amarás con locura, 
y él a ti. 
La necesidad humana es 
un bocado de Adán  mordido 
que se oxida con el tiempo, 
y lo giras para darle un mordisco 
por el otro extremo, 
siempre que no quieras 
escoger otra fruta. 





Nená

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame