miércoles, 18 de abril de 2012


No voy a ocupar 
el lugar de nadie, 
porque el mío  
en su estrecha desarmonía, 
está tan bien delimitado, 
que no puede encajar 
en el hueco de otra pieza, 
ni siquiera aparcarse 
como un coche, 
en la plaza que hubiese 
o no libre. 
Mis esquinas y mis  oquedades, 
ya curiosas en su anomalía 
no buscan un lugar 
que les dé cobijo, 
ni pan para una jornada, 
ni alacena para toda la vida. 
Yo llego tarde a eso del pitido 
del último expreso, 
que decían los ancianos. 
Se fue mi fe, 
en andamios, 
que construí yo sola, 
y eso me hace asequible 
como ser humano, 
pero no tanto como mujer. 





Nená

2 comentarios:

  1. A tu cuerpo aún le queda piel extensible y muchas hojas. Los hay, en cuanto a personas, que son de hoja caduca y de hoja perenne. Siempre las hojas se renuevan.

    ¡Uy, qué consejero me he vuelto!

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  2. Gracias amiguco, tú siempre tan amable y tan optimista -debe de ser que eres de hoja perenne, no cabe duda-
    Muases,

    Není

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