martes, 18 de diciembre de 2012




Te regalo mi mayor debilidad 
en un trago de lata de cerveza. 
No lo adviertes. 
¿Cómo hacerlo? 
A ti te obsequio con todo lo más limpio 
en una esquina de mis ojos. 
No lo adviertes. 
¿Cómo hacerlo? 
A él mi más profundo pesar, 
porque sé que no lo sentirá como yo lo siento, 
cada vez que le miro de frente. 
No lo advierte. 
¿Cómo hacerlo? 
A ella mi más auténtica  y sórdida  soledad 
en uno,  dos,  tres abrazos de una loca 
desconocida, 
enamorada de sus versos. 
No lo advierte. 
¿Cómo hacerlo? 
Al señor del autobús mi deseo 
para mañana,  con una tímida sonrisa, 
pero no lo advierte. 
¿Cómo hacerlo? 



Nená de la Torriente