sábado, 8 de diciembre de 2012


Nadie me mira como me miras tú, 
jugando a abordar la pupila 
y mirar en el interior de mi cabeza. 
Nadie me mira como tú, buscando 
una palabra que diga o un gesto, 
una luz que se cuele en tus ojos con 
la misma intensidad. 


Nadie me mira como me miras tú, 
con el atropello del que 
se hacina en el metro 
y luego besa, 
del que sujeta y luego dice: 
Eres mía. 

Me das miedo. 



Nená de la Torriente