Cuando
la vida detona
como
el mar enfurecido,
como
la tormenta descargando arrebato,
no
tengas miedo.
Cuando
no entiendas el sentido
de
las calles,
y
el callejero parezca escrito en Gujarati
no
tengas miedo.
Cuando
no te reconozcas entre la multitud,
quédate
quieto, ese eres tú.
La
espesura, el estruendo, el galimatías,
las
identidades, con serenidad y temple,
son
como los ataques de asma,
si
respiras por una paja despacio, en calma,
terminan
aliviándose un poco,
hasta
que buscas una solución:
Un
refugio para la tormenta.
Un
traductor para el Gujarati,
o
hallas una forma de conocer
tu
propia identidad.
Nená de la Torriente