La
voluntad del templado
me
asusta,
tiene
más brazos que la diosa
brahma.
Nunca
sabes, si está indispuesto,
si
va o si viene,
si
quiere o subestima.
Es
el comedido un aparente guerrero
si
es oportuno, o un holgazán
si
a haraganear le invitan.
Es
bebedor o es un abstemio.
Puede
timbrar todas las puertas
como
vendedor de biblias,
o
romperlas como requerimiento
para
ser una bestia rockera.
Podrá
decirte te amo
con
ojos de minino de guata
y
al tiempo atracarse a la del quinto
de
siete a doce de la mañana.
El
templado es de compleja lectura,
ordenada
y lineal,
con
prolepsis o con analepsis,
da
lo mismo, seguirás viéndole igual
con
más brazos que la diosa brahma.
Nená de la Torriente