Otro no eres tú.
Nadie
debería quererte
más
que tú y no creo que nadie lo haga.
Mucho bla bla bla,
mua, mua, mua,
divina
eres, sol de mis ojos.
Palabras.
Porque
en el mismo caso están los demás,
con
sus propias querencias.
Pero
resulta que sólo unos pocos
han
aprendido esto
y
el resto aún creen en esas
exposiciones
tan bien elaboradas,
de
mi amor por ti es infinito,
un
todo tan grande e indivisible,
que
sólo busca tu bien
-condenado
inevitablemente al fracaso-
Nená de la Torriente