-Esas historias reales-
Cuando
alguien es un regalo,
siempre
hay otro que tiene la urgencia
de
insistirle en su naturaleza de obstáculo.
Así
se comban las cosas
como
se tuercen las verdades.
Ella
era sencillamente maravillosa.
Admitirlo
sin más sería grosero
y
desproporcionado, y le dejaría a él
en
una situación imprudente,
casi
sin ropa, debía protegerse,
y
para ello memorizaba detalles fútiles
de
cosas ridículas que no eran perfectas
con
que poder castigarla.
Pero
el arresto y la represalia
se
le escapó de las manos,
y
aquella mujer que prometía ser sonrisa
creyó
realmente que era una molestia,
y
deseó con toda su alma no seguir viviendo.
-Multiplica
a quien tengas al lado,
nunca le restes-
Nená de la Torriente