lunes, 17 de diciembre de 2012


-Esas historias reales-

Cuando alguien es un regalo, 
siempre hay otro que tiene la urgencia 
de insistirle en su naturaleza de obstáculo. 
Así se comban las cosas 
como se tuercen las verdades. 

Ella era sencillamente maravillosa. 



Admitirlo sin más sería grosero 
y desproporcionado,  y le dejaría a él 
en una situación imprudente, 
casi sin ropa,  debía protegerse, 
y para ello memorizaba detalles fútiles 
de cosas ridículas que no eran perfectas 
con que poder castigarla. 
Pero el arresto y la represalia 
se le escapó de las manos, 
y aquella mujer que prometía ser sonrisa 
creyó realmente que era una molestia, 
y deseó con toda su alma no seguir viviendo. 

-Multiplica a quien tengas al lado,
 nunca le restes-



Nená de la Torriente