domingo, 23 de diciembre de 2012


La vida no es de color de rosa. 
Afortunadamente. 
No es perfecta. 
Afortunadamente. 
No es una sola. 
Afortunadamente. 
Cada uno tiene una vida distinta 
con adornos,  sin adornos, 
elegida,  impuesta, 
como consecuencia,  sin secuela, 
aburrida,  trepidante, 
con giros,  con desniveles, 
con grandes llanos, 
con plenitud o con verdadera 
angostura. 
Pero la vida es vida,  y es 
todo eso, 
no un cuadro colgado en la pared 
al que escribirle odas. 
Es un infierno a ratos y el más bello 
cielo de los posibles, 
donde una caricia o un beso 
es capaz de desmontarlo todo. 



Nená de la Torriente