jueves, 6 de diciembre de 2012

-Hipo de jueves-




Hay muchos modelos de intelectuales y muchas más clases de pseudo intelectuales. De estos últimos he conocido tantos, que me faltaría tiempo y ganas para hablar de ellos.
Dentro de los intelectuales hay un pequeño grupo que me llama la atención, está compuesto por dos tipos, el intelectual paleto* y el paleto intelectual, dicho así parecen lo mismo, pero no son iguales, no.
El intelectual paleto es aquel que habiendo leído y cultivado su mente, llenado su tiempo de una clara formación en la lectura de los maestros, por ejemplo, en literatura o pintura, no puede ni sabe desprenderse de su origen y condición, es decir, es un paleto. Su formación está ahí, pero no puede quitarse esa pelliza de burda condición, de facilona salida de tabla, de maneras sin ninguna elegancia ni distinción –ahora se me tachará de clasista con toda la razón del mundo y lo acepto sin rechistar-. Así un intelectual paleto no sabrá valorar pequeños detalles delicados, precisamente porque él busca los grandes o
los más ostentosos: un dibujo infantil será una patochada, un poema sin verbos barrocos será una poesía paupérrima.
En cambio, existe el paleto intelectual,  éste ha llevado un proceso similar, con la diferencia de tener presente siempre el valor de lo que tenía antes y la importancia de su escasez. Entiende su origen, conoce la humildad y llega a través de ella a la sensibilidad de todo lo que le rodea. Es un hombre sencillo, humilde, que ha aprendido a empatizar con la vida sin desear ocupar un lugar distinto; salvo que su deseo de conocimiento le lleva a querer saber más, como cualquier ser humano con la suficiente inteligencia y sensibilidad. Se ha hecho a sí mismo y ha engullido libros y más libros hasta alcanzar una gran capacidad de autocrítica y crítica intelectual. Para este paleto intelectual el complejo no existe, un dibujo infantil es una demostración hermosa del deseo de comunicarse, y un poema con palabras sencillas, es posiblemente el proceso de alguien que con el tiempo, cerró el capítulo de los verbos oblicuos para hacerse entender por un público más numeroso.

Ni que decir tiene, que adoro a los paletos intelectuales, y me aburren hasta decir ¡basta! los interminables y cansinos complejos de los intelectuales paletos.  NENÁ DIXIT.



Nená de la Torriente
*Úsese el término paleto como sinónimo de cateto, iletrado o inculto.