Incomunícate
conmigo.
Podremos
formar imágenes sugerentes,
idílicos
paraísos de algodón de azúcar, o
cárnicos
y salvajes sueños de sudor
y
cuero.
Incomunícate
conmigo.
Juega
al imposible encuentro de
imágenes, tú en un rellano,
yo
en otra escalera, con independientes
caminos
o sin caminos.
Seremos
sin ser, juntos,
la
locura de dos cuerdos, uniéndose
desunidos
en el tejer de un jersey
que
se descose
hebra
a hebra, con suma suavidad.
Nená de la Torriente