lunes, 3 de diciembre de 2012



La mente en blanco 
como la madera limpia. 
Tuya es la gubia,  escribe en ella 
las palabras más bellas 
que te tenga de cantar. 
No tardaré mucho 
en llenar la luz de otra llena 
de música,  con las palabras exactas 
que siempre quisiste escuchar. 




Los ojos cerrados, 
el mundo a oscuras. 
Tuya la lámpara del cielo,  las 
imágenes más bellas 
que quieras retener en mis pupilas.
No tardaré mucho 
en llenarme de todas ellas 
enteramente para ti, 
lugares que siempre quisiste mirar. 

El puño cerrado 
como carbón oscuro. 
Tuyo el poder y la fuerza 
de convertirlo en diamante. 
No tardaré mucho 
en desplegar mi palma en arco iris 
para que tú sonrías, 
para que sientas el tacto cálido 
de otra palma. 



Nená de la Torriente